La manzana fresca, cualquiera sea la manera como se la disfrute, es una verdadera tentación. ¿Te imaginas entonces esta delicia horneada y protagonista de un crocante y tibio pastel? No sueñes más; nosotros te ayudaremos a sucumbir voluntariamente a este manjar.Base
2 tazas de galleta de vainilla molida
1/2 taza de margarina derretida
Relleno
4 manzanas peladas
3 huevos
1 lata de leche condensada
Empecemos por la base, mezclando las galletas con la margarina derretida. Colocamos esta masa en un molde de pastel tipo pirex, prensando con el revés de una cuchara para que tome la forma. Llevamos a helar media hora.
Mientras tanto, nos ocupamos del relleno. Batimos ligeramente los huevos, añadimos lentamente la leche condensada y dos manzanas pasadas por el hueco grande del rallador.
Vertimos lo batido en el molde con la base de las galletas y encima colocamos las otras 2 manzanas cortadas en tajadas finas.
Finalmente, llevamos al horno a 180º C (350º F) durante 20 minutos, vigilando siempre a través del vidrio. Sacamos del horno y lo porcionamos aun caliente, sin separar totalmente las porciones hasta que enfríe. Si lo deseas, puedes acompañarlo con una bola de helado de tu sabor preferido.
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